Qué es

Compostador

Qué es

 

Para hacer compost se precisan los siguientes elementos:

  • Un espacio adecuado en la huerta o jardín.
  • Un compostador en el que depositar los restos orgánicos, aunque no es imprescindible. También se puede elaborar abono directamente en el suelo (en pilas o montones), tal y como se ha venido haciendo tradicionalmente.
  • Residuos de cocina (restos de verduras, frutas, etc.).
  • Residuos del jardín (restos de poda, hojas secas, césped, etc.).
  • Un aireador (pincho, palas, etc.) para remover el compost.
  • Una pala para recoger el abono obtenido.
  • Agua para humedecer en caso necesario.
Compostador

El compostador

Su función es la de mantener las condiciones adecuadas de temperatura y humedad para la elaboración de compost, evitando además la entrada de pequeños animales (como roedores) que pueden alterar el proceso.

 

Ventajas

Este recipiente aporta una serie de ventajas respecto a la elaboración de abono directamente en el suelo:

  • Permite mantener la zona limpia y recogida.
  • Acelera el proceso de compostaje.
  • Evita los malos olores.
  • Facilita el control de las condiciones adecuadas de humedad, temperatura y oxígeno.
  • Es de fácil montaje y de sencillo mantenimiento.
 

Partes de un compostador

  • Cuerpo: estructura que sirve de almacén para el material.
  • Tapa superior: pieza que cierra el compostador con sistema de ventilación.
  • Abertura inferior: pequeña trampilla que se abre para extraer el compost maduro.

Fabrica tu propio compostador

El compostador se puede comprar, pero la opción más económica, que además nos permite apostar por la reutilización, que sería lo ideal, es que lo fabriquemos nosotros mismos. En la red se pueden localizar múltiples ejemplos y modelos en función del material del que dispongamos.

Malla metálica

  • Formamos un gran cilindro con una malla metálica adaptando el tamaño a la cantidad de residuos que generemos habitualmente. Un tamaño medio sería de unos 80/100 cm de alto por 51 cm de diámetro, pero es totalmente variable. Se puede utilizar también una persiana vieja en vez de la malla.
  • Forramos la malla con cartón, tela o plástico para evitar que se sequen los desechos.
  • En la parte superior colocamos una tapa que se puede hacer con un tablón de madera.

Pros: económico y fácil de montar y trasladar.

Contras: para voltear o sacar el compost es necesario desmontarlo por completo.

Palés de madera

  • Cogemos cuatro palés de madera (o tres si tenemos una pared en donde apoyar el compostador).
  • Los unimos entre ellos formando un cuadrado mediante cuerdas, clavos, gomas…, lo que nos resulte más cómodo. Debemos tener en cuenta que el palé situado en la parte frontal funcionará como puerta, por lo que necesitaremos que se pueda abrir.
  • Y tapamos la parte superior con un plástico, una lona, una tabla o algo que impida el paso de la lluvia.

Pros: fácil de construir, con gran capacidad y se facilita el trabajo.

Contras: los elementos que lo componen son pesados y poco duraderos.

Ladrillos

  • Se coloca como el compostador de palés, formando un cuadrado.
  • Se construyen tres paredes (dos si nos apoyamos en otra) de ladrillo de una altura aproximada de 80 cm y de la longitud que queramos. Entre los ladrillos deberá haber espacios para que se pueda airear el compost.
  • Se construye en la parte frontal una puerta, que se puede hacer con restos de palés, madera, malla, persiana… u otro material adecuado.
  • Buscamos una tapa que aísle el contenido de la lluvia.

Pros: resistente y duradero, con gran capacidad, facilidad para trabajar.

Contras: relativa dificultad de construcción, materiales no reciclados, mayor coste económico.

Bidón

  • Podremos utilizar cualquier tipo de bidón que tengamos, bien lavado.
  • Le quitamos la base para que los materiales que forman el compost estén en contacto con el suelo, facilitando la transformación de los residuos.
  • Con un taladro realizaremos varios agujeros por las paredes del bidón para facilitar el aireado.
  • Buscamos una tapa que aísle el contenido de la lluvia.

Pros: durabilidad, reutilización de material, fácil de montar.

Contras: dificultad para trabajar, ya que para voltear y sacar el compost hay que levantarlo en su totalidad, con el peligro añadido de sobrecalentamiento de los residuos.